Llegada del angel Mathew

Por fin había llegado el día menos esperado por Mathew.... ¿Trabajar en una prisión? La verdad es que no le atraía para nada. Nada más llegar a Dark Prison le mandaron a la oficina del director para presentarse.

Llegó frente a la puerta y tocó para anunciarse abrió levemente la puerta y miró sonriente al jefe que estaba trabajando dentro.

- Permiso señor. Soy Mathew el nuevo trabajador le importa si entro. - Le dijo con su usual voz alegre y sin dejar de sonreir.

Llevaba unos pantalones de chandal rojos y una chaqueta negra ya que tenía frío en ese lugar, se quitó la gorra negra que llevaba puesta ya que no era de buena educación hablar con alguién superior sin que este viera su rostro. Se quedó en la puerta esperando recibir el permiso de entrar.

((Lo lamento no había visto los mensajes del despacho n nU))

Era temprano aun que extrañamente la prision siempre se encontraba algo sombria, el trabajo de recivir a los nuevos ángeles recin empezaba y a la puerta llamaba el primero.
Rei dejo su taza de café sobre el escritorio y se levanto a abrir la puerta, al abrirla se encontro con una lindo joven, no sabía bien que estaba sucediendo pero ultimamente todos los ángeles nuevos tenían esa peculiar cualidad, por lo visto no se aburria...
-Adelante Mathew- Se hizo a un lado para que el joven ingresara y cerrar la puerta tras de él.

Cuando el jefe le dio permiso entró lentamente a la habitación observándola con curiosidad. Se dirigió hacia la mesa donde había dos sillas y esperó hasta que el jefe se sentara para hacerlo él.

- Gracias por atenderme.... - Jugaba con sus manos un poco nervioso, le miró al jefe tranquilizándose poco a poco. - Me llamo Mathew y vengo a trabajar aquí, me han dicho que debía hablar antes contigo.

Le sonríe ya más tranquilo y se apoya con sus brazos en la mesa mirándo fijamente al hombre que estaba con él, apartando su mirada unos instantes para no ponerle nervioso o hacerle sentir observado.

Notaba el nerviosismo del chico aunque era algo que le parecia de lo más normal, eran pocas las personas que podían mantenerse serenos estando a su lado.
Sonrio con gracia al escuchar al pelirrojo era uno de los pocos que se atrevia a no tratarle de "usted"

-Así es, siempre me gusta tener una pequeña entrevista con los nuevos ángeles antes de darles el cargo... Es solo formalidad- Dijo mientras abria una carpeta que estaba sobre su escritorio frente a él, allí tenía el historia de los ángeles de nuevo ingreso.

-¿Estas seguro que un niño tan lindo como tu puede hacer el trabajo?- Pregunto apoyando su codo sobre la mesa y luego su barbilla sobre el reves de su mano

Por fin se había conseguido tranquilizar así que ya no le miraba nervioso sino que muy seguro sonriendo con tranquilidad.

- Lo normal, supongo que no puede entrar cualquiera. - se rió suavemente mirando fijamente a su futuro jefe. Sonrió pensativo al escuchar su pregunta y le contestó sin dejar de sonreir. - La verdad es que no lo se, pero por probar no pierdo nada.

No iba a mentir, él no se veía castigando a gente ni tratándola mal pero necesitaba el dinero y esperaba que tampoco fuera tan horrible ese trabajo ya que si él jefe le ordenaba algo lo haría sin dudar aunque le costara mucho.

Notaba la tranquilidad del menor, había terminado por calmarse por lo que veía lo único que necesitaba era tiempo.
-Realmente no tienes noción de los peligros que presenta la prisión. ¿No puedes perder nada?- Rió por lo bajo. -Aquí puedes llegar a perder la vida- Sabía que sin importar la persona con un poco de persuasión cualquiera podía llegar a hacer cualquier cosas pero eso no justificaba los riesgos.

-Si uno no esta seguro de esto y no se encuentra dispuesto a hacer el trabajo, cualquiera sea, si duda puede llegar a dañarse mucho a él mismo o a sus compañeros.- Rei ya llegaba mucho tiempo trabajando en prisiones así que conocía mejor que nadie los riesgos y los errores que se podían cometer.
-Dime pequeño ¿Por que quieres ser un Ángel?- Preguntó llendo directo al grano.

- Ummm supongo que eso es cierto pero como he dicho no lo he probado así que no tengo porque decir que no quiero el trabajo. - le dijo con su usual sonrisa.

Su sonrisa se esfumó al escuchar su última pregunta, era un tema del que no le gustaba hablar pero sabía que lo tenía que hacer.

- Porque me guste el dolor no es.....necesito el dinero, nada más. Tienes mi ficha ¿No? Pues ya debes saber lo de mi madre.... - suspiró agobiado, no era el unico que le había preguntado aquello y eso solo le hacía añorar el exterior y preguntarse como estaría su madre...

Rei guardo silencio por unos segundos después de la respuesta del menor, trabajar tanto tiempo allí lo había transformado en una persona fría que no demostraba emoción alguna así que ya casi había olvidado por completo que era el sacrificarse por alguien más.
-Sufrir por el bienestar de alguien más...- Dijo intentando comprender y recordar los viejos tiempos, pero ya no existía concepto de eso para él.
-Supongo que es eso lo que hace un ángel, ¿no?- Si, así era... Después de todo él titulo de ángel no le iría nada mal a aquel muchacho.

- Depende a que tipo de angel te refieras.....pero yo para nada soy como uno. - el jefe parecía una persona un poco fría pero no podía recriminarle nada ni preguntarle por lo que solo le miraba.

- ¿Tan raro es preocuparse por alguién más? - La verdad es que no sabía que más quería saber el jefe de él pero por ningún motivo se iba a marchar sin decir nada....no era de esos.

Observó con curiosidad la habitación, no era lo que se decía alegre...más bien era un poco sosa.

Rei no tenía problemas en responder preguntas siempre y cuando no fueran impertinentes.
-Lo se y quizás nunca llegues a la altura de ser uno- Dijo clabando sus oscuros oos en el menor mirando fijo y con severidad. Él ángel perfecto era aquel que obedeci sin cuestionar, sin interrogar, él que solo actuaba en veneficio de su jefé. Aquel muchacho no parecia de ellos, tenía una mirada inocente, compasiva e indudablemente linda.

-Aquí si. Aquí no puedes preocuparte por nadie más que ti mismo y quizás por tus superiores, ese es el trabajo de ángel.- Sabía que nunca conseguiria al "ángel perfecto" ya que para eso necesitaba un robot y sin importar quien fuese tendría sentimientos, aunque los ocultar.

- Para mi....ser así sería practicamente imposible, solo me quedaría fingir odio hacia los demás...no podría ser malvado pero supongo que lo tendré que intentar y seguir las ordenes de mis superiores. - No le hacía para nada gracia la idea....pero ¿Que tenía que perder? Nada.... solo tenía ventajas y esas ventajas se llamaban dinero.

- Intentaré poner todo por mi parte lo prometo aunque no aseguro ser muy eficaz al principio...lo intentaré, intentaré ser un angel perfecto para usted. - hizo una leve reverencia ante su jefe como muestra de respeto ante él.