Comenzando

Kurogane entró en el edificio durante la noche evitando la luz del sol y rapidamente se dirigió hacia la oficina del jefe del lugar.... no esperaba que este estubiera despierto pero si tenía suerte este habría tenido algún asunto del que ocuparse hasta tarde.....

Llegó ante su puerta y tocó con suavidad esperando una respuesta que podía ser una voz....o el silencio.

Kurogane tenía suerte, ese día Endo devió quedarse trabajando hasta tarde revisando y analizando la documentación de algunos presos.
Endo estaba recostado en el sofa, cerca de él había una taza de café y en su mano derecha tenía unos papeles en los que tenía la mirada fija. No esperaba tener visitas a esa hora pero así fue, alguien llamo a la puerta. ¿A esas horas? Era dificil sería mejor ser precavido podía ser algu tipo de emboscada por parte de unos prisioneros fujitivos. ¿A esas horas? Imposible los ángeles estaban más alertas a la noche que en cualquier hora del día; ya era suficiente se dejaria de tontas sospecha y abriria la puerta al visitante.
-¿Si?- Pregunto curioso mirando al hombre que estaba parado frente a él cuando abrio la puerta.