L l e g a n d o ... ¬¬ (nyau~)

-Quizas, pero mientras las esposas esten en tus muñecas no podras hacer mucho.- Dijo haciendo su aparición al final del corredor, los ángeles que custodiaban al preso hicieron el tipoco saludo militar y después de eso se retiraron.

-¿Haci que asesinato...?- Susurro mientras leía el pequeño cuaderno que traia en sus manos moviendo un par de hojas hasta encontrar la que correspondia a aquel nuevo prisionero, allí tenía todo el contenido que pudiese necesitar y para empezar su historial.

-Dime tu nombre- Exigio cerrando el cuaderno mirando con sus profundos ojos castaños a Akii.

-No ninguno, al contrario por personas como tu es por lo que tengo trabajo- Dijo al recién llegado demostrándole una sonrisa intentando bajar su alteración, pero notaba que eso no seria nada fácil.

-No estas en condiciones de exigir nada, además no te estoy mirando de manera especial, los nuevos siempre reciben el mismo trato hasta que son clasificados.- Dijo. Endo ya llevaba mucho tiempo allí así que ya sabía como tratar a cualquier preso que llegara tuviese la actitud que tuviese.

-Akii por favor acompáñame por aquí- Señalo la oficina que estaba al final del corredor. Antes de otorgarle una celda había que saber que tan peligroso era el prisionero y para eso necesitaba llevarse acabo una leve entrevista.

((Si vas a escribir poco te recomiendo que huses la letra normal xD pero preferentemente escribi un poco más n.n y nada de caritas (n.n, n0n, ¬¬, etc) en el rol. ))

Endo llevo al recien llegado a su oficina, recorrieron el corto pasillo y allí mismo a la izquierda se encontraba la dicha oficina.
-Adelante- Como siempre actuo caballesoramente dandole el paso primero al joven, no era cortesia sino costumbre. Al entrar lo hizo sentar en una silla que estaba frente a su escritorio, Endo también tomo asíento mirado fijo por unos momentos al peliplata.
-Dime... ¿Qué te trae por estos lugares?- Sabía la respuesta pero quería escucharla de la boca del prisionero.